El humor será el
tema principal que trataremos en una serie de posts. Pero ¿qué
es el humor? ¿Qué hay tras el chiste para que no podamos evitar soltar una carcajada?
En esta entrada, realizaremos una primera aproximación para poder abordar el
humor.
Como seres humanos que vivimos en
una sociedad, tenemos unas expectativas del mundo que nos rodea, de su
funcionamiento y, en definitiva, de la realidad. Cuando estas expectativas se
rompen, cuando creamos una nueva realidad ajena a nuestro sentido común y más bien
racional, surge el chiste. Quizás no nos conformemos con esta explicación
general que nos lleva a ver el humor como algo que se da cuando ante la ruptura
de expectativas surge la risa y, por esa razón, nombraremos las teorías que
consideramos más relevantes sobre el humor.
La teoría de la superioridad surge en tiempos de Platón y será tratada repetidas veces a lo largo de toda la
historia filosófica. Según esta teoría, nos reímos por una especie de
sentimiento de superioridad frente a los demás, frente a aquellos que
consideraremos inferiores, más débiles de alguna manera. Es la base de los
chistes étnicos, por ejemplo, o aquellos que hoy en día catalogamos bajo la
etiqueta de humor negro y en los que
aparecen destacados ciertos defectos físicos o psicológicos del individuo.
En el siglo XIX, el filósofo
inglés Herbert Spencer, nos aportará la teoría del alivio, que será la base
sobre la que Freud elaborará su propia teoría humorística. La teoría del alivio
propone que la risa surge debido a la necesidad de liberar energía nerviosa que
acumulamos (Freud aportará que la liberación de energía que supone la risa es
placentera porque permite evitar el uso de energía que reprime parte de la
actividad inconsciente).
Una tercera teoría, la de la incongruencia,
ha sido elaborada y comentada por nombres como Hutchenson, Kant, Schopenhauer,
Kierkegaard o Russell Lowell. Esta teoría, es la más cercana a la definición de
humor que proponíamos al principio: el humor será resultado de una incongruencia,
esto es, de la ruptura de expectativas, cuando no hay correlación entre lo que
creemos que ocurrirá y lo que acaba sucediendo en el chiste.
Nos hemos acercado, levemente, a
lo que significa el humor, a lo que es, pero no podemos acabar este post
introductorio sin realizar unos pequeños comentarios que maticen el punto de
vista de esa tercera teoría, que es la que consideramos que abarca un mayor campo
de actos humorísticos. Para romper las expectativas, no hemos de olvidar que
hemos de tener una misma concepción de la realidad o, en gran parte, con unos
ideales semejantes. Imaginemos ser de una determinada etnia y que alguien
realizara un chiste sobre nosotros, aquí, quizás, el chiste resulte fallido.
Imaginemos sacralizar una figura y prohibir su representación y ahora imaginemos
que, desde otro sector social, se representa y se pone en un contexto fuera de
toda expectativa imaginada: quizás unos nos reiremos, quizás otros lloraremos,
quizás a otros nos haga hervir la sangre y quizás a otros nos sea indiferente.
El humor, tristemente, como producto cultural, de momento, tiene límites (ese es otro
tema para el que necesitaríamos un blog entero) y no es suficiente con
explicarlo mediante la ruptura de unas expectativas. Es por ello que, podríamos
definir el humor ampliamente como una ruptura de expectativas que provoca la
risa en aquellos que tienen una visión idéntica, similar o compartida de la
realidad. El humor, por lo tanto, para causar risa, ha de romper unas
expectativas, pero vistas desde una posición o realidad compartida, es un
elemento de identidad grupal y, justo por eso, puede ser un arma y motivo de
enfrentamientos sociales.
Cristian Buenosvinos
Cristian Buenosvinos
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