En la siguiente entrada
analizaremos algunas frases hechas de nuestra lengua y veremos cómo han sido
usadas para intentar crear la risa. Haremos algo que no debe hacerse nunca con
un chiste, pues pierde su capacidad de choque en tanto en cuanto que rompe unas
expectativas dadas, pero lo consideramos necesario para exponer, mediante
algunos ejemplos sencillos y visuales, la teoría de la incongruencia. En
efecto, vamos a explicar por qué causan gracia las siguientes viñetas desde la
teoría de la incongruencia.
Darle vueltas a
algo en
español significa pensar algo constantemente, una y otra vez. Que la actitud de
una peonza sea recriminada por hacer aquello para lo que está diseñada es algo
que produce cierto extrañamiento o cierta situación incongruente. La frase
hecha, se está tomando en sentido literal, pero cualquier hablante de español
entenderá la frase en su sentido metafórico y sus expectativas sobre el mundo,
en las que darle vueltas a algo
significa pensar mucho en algo, caerán al cambiar el contexto de esa frase y
aplicarla a un mundo en el que un yoyó o una peonza tienen voces propias y
utilizan el lenguaje con el valor que le damos habitualmente, pero nosotros
sabemos que es aplicable ese doble sentido que podemos encontrar a darle vueltas algo.
Ser cuatro gatos en español quiere decir ser
un grupo muy reducido de personas, un número muy inferior a la cantidad
habitual de asistentes. Una vez más, se deshace el valor metáforico de la expresión
y se obliga a que funcione con su valor literal al ser utilizada por emisores
que, en este caso son gatos. En nuestra realidad es incongruente que un gato
hable y, mucho más, que se indigne por el uso de esa expresión metafórica ya
que, como cuatro gatos que son literalmente, se encuentran muy cómodos en la
situación. Se critica también de algún modo el valor o la carga negativa que
suele llevar esta expresión, utilizada normalmente como lamento o queja por el
bajo número de asistentes.
Por último, recogemos esa frase
del saber popular que nos dice que el
tiempo todo lo cura. En español la aplicamos normalmente en situaciones en
los que una persona ha sido dañada emocional o sentimentalmente, se suele
utilizar como consejo y apoyo para expresar la idea de que, con el paso del
tiempo, el daño se sanará y el dolor emocional se irá aliviando y siendo
olvidado poco a poco. Una vez más, se rompen las expectativas, se personifica
el tiempo, que se lamenta de la gran responsabilidad que posee al ser el
responsable de curar los corazones heridos. Así pues, se crea un mundo paralelo
al que se aplica el lenguaje y la lógica del nuestro y eso crea una situación
incongruente, que no se corresponde con el valor al que estamos acostumbrados y
es, en ese momento, en el que se produce la risa.
Cristian Buenosvinos
Cristian Buenosvinos
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