sábado, 12 de diciembre de 2015

Calentar la silla - den Arsch breit sitzen



Una de las cuestiones más complicadas cuando estudiamos idiomas es la de las expresiones o dichos populares.  Algunas resultan muy chocantes para el hablante no nativo y otras, en cambio, son muy similares o comparten algunos elementos.
La expresión en alemán den Arsch breit sitzen se podría traducir como ensanchar el culo ya que se refiere a la deformación de los músculos y la grasa de las nalgas al sentarse.  Si nos preguntamos de dónde proviene ese dicho, podemos llegar a la conclusión de que los alemanes tienen una gran preocupación por engordar si se mueven poco.


Esta locución tiene una connotación negativa y despectiva.  Se usa solo para personas que hacen muy poco.  Es totalmente informal y solo se usa en el ámbito coloquial, durante una charla o en una conversación entre amigos.







La locución calentar la silla se usa en contextos muy parecidos a los de la expresión alemana anterior.  La imagen de al lado aprovecha el sentido literal de las palabras para contar un chiste visual con este dicho, en el que se quiere subrayar el tópico de que los estudiantes no trabajan en la universidad. Evidentemente, el significado no proviene de la quema real de una silla, sino del aumento de temperatura de la silla por el calor que desprende el cuerpo.  Esto solo puede ocurrir si se pasa mucho tiempo sentado, algo que también provoca que se ensanchan las nalgas.  Así, los dos dichos tienen algo en común, aunque lo enfoquen desde distintas perspectivas.







Marcus Diller











































Las metáforas hacen política



Al contrario de lo que pudiera parecer a simple vista, la metáfora no es solo un recurso literario.  Por norma general, entendemos como metáfora el empleo de una palabra con un sentido diferente al que le corresponde usualmente.  Sin embargo, según la lingüística cognitiva percibimos el mundo a base de metáforas que se reflejan en el lenguaje.  Lo que sucede es que estas metáforas y expresiones figuradas son tan habituales en el habla cotidiana, que muchas veces no se perciben como tales y pasan inadvertidas.  Desde este enfoque cognitivista, George Lakoff y Mark Johnson argumentaron en su obra Metáforas de la vida cotidiana que nuestro sistema conceptual es de naturaleza metafórica.  Posteriormente, Lakoff en No pienses en un elefante analizó cómo habrían aprovechado esta característica los políticos estadounidenses para sus propios beneficios electorales, en especial los republicanos y encomiaba a los demócratas a hacer lo mismo. 

En La metáfora en la política.  Carta abierta a Internet, Lakoff reconoce que el pensamiento metafórico no es, en sí, ni bueno ni malo y que no se pude evitar recurrir a él para expresar conceptos abstractos o complejos.  En una, ya célebre, expresión (metafórica) advertía que “las metáforas pueden matar”, aludiendo a cómo el discurso de los republicanos contribuyó a justificar la Guerra del Golfo.  Por medio de la creación de imágenes de gran fuerza y creando marcos conceptuales se enmascaraba la realidad.  Se representaba a Iraq como el “villano”, personalizado en la figura de Saddam Husein, esto último como ejemplo de otro recurso muy importante para lingüística cognitiva, la metonimia.  La “víctima” en este conflicto habría sido Kuwait y el “héroe” que se sacrifica, Estados Unidos.  Con estos elementos, propios del cuento tradicional, se dotaba de justificación moral a la intervención estadounidense y se disimulaban los motivos económicos, centrados en el control del petróleo de la zona.  Pero aún habría algo peor; al considerar a una nación como un “villano” personificado se perdía la conciencia de nación como conjunto de personas de carne y hueso que acabarían sufriendo las consecuencias de la guerra, de manera literal.  Parece que la estrategia les funcionó a los republicanos, ya que repitieron el mismo sistema para justificar la Guerra de Iraq, tras el 11S.

Las teorías lingüísticas de Lakoff se han tenido en cuenta también por políticos de fuera de los Estados Unidos.  Por ejemplo, en nuestro país, el lingüista fue uno de los 14 expertos internacionales que nombró el PSOE para asesorar la elaboración de su programa electoral para las elecciones generales de 2008.  Más recientemente, se ha podido leer en algunos medios que el líder de Ciudadanos ha recomendado a todo su equipo la lectura de No pienses en un elefante con el fin de aumentar sus posibilidades electorales.
Así pues, la metáfora no es solamente ese recurso estético asociado en exclusiva al lenguaje poético.  El uso que se hace de ellas en la política no siempre es inocente y  hay que tener en cuenta que la expresión metafórica no sustituye al completo el término al que se refiere, sino solo una parcialidad.  No habría que perder de vista lo que no se está diciendo, lo que queda opaco; al menos en política.



Clara de los Aires

Persuasión



Cualquier forma de habla es una forma de persuasión en cierta medida, ya que el emisor siempre intenta atraer al interlocutor hacia su punto de vista.  Sin embargo, en algunos tipos de comunicación es donde se hace más patente la intencionalidad persuasiva, entre ellos la publicidad o la política.

Debido a que, a diferencia de otros ámbitos, no se puede hablar de un lenguaje político en sí, hay autores que prefieren hablar de “comunicación política”.  No puede negarse que esta comunicación política es una forma de manejo de poder, por lo que siempre están presentes  factores ideológicos o sociales, pero al final siempre encontramos unas constantes: la presencia de un discurso público y los procesos persuasivos inherentes.

Mediante palabras se crea y se mide la realidad; saber usarlas es la mejor manera de persuadir y esto es algo que desde el nacimiento de la democracia en Grecia se ha explotado.  La retórica, el modo de manejarse con las palabras, los argumentos bien esgrimidos, son la base del discurso político.

En la sociedad actual los políticos utilizan los medios y los medios utilizan a los políticos.  Hace unos días, tuvo lugar el tan anunciado debate entre los candidatos de los cuatro partidos mayoritarios, si bien el PP no fue representado por su líder, algo muy comentado, como también lo fue la ausencia de otras formaciones políticas.  Ni fue ni ha sido el último debate de la campaña actual, pero contó con una gran repercusión por tratarse de un debate a cuatro.
El género del debate televisivo, cuenta con una gran tradición en EE. UU, donde en 1960 ya se enfrentaron Kennedy y Nixon.  Para el primer debate de este tipo en España hay que esperar hasta 1993, cuando se enfrentaron Felipe González y José Mª Aznar.  Desde siempre, han contado con elevados niveles de audiencia y siempre corren ríos de tinta tras ellos  y afloran las tertulias que analizan el encuentro.  Es por esto que los debates se han convertido en una de las piezas fundamentales de las campañas electorales y en ellos los candidatos tratan de persuadir al votante de que su partido es la mejor opción.



Clara de los Aires

martes, 8 de diciembre de 2015

El lenguaje de la prensa


Como venimos diciendo en anteriores posts, las metáforas inundan nuestro lenguaje diario sin darnos cuenta. Y es que tendemos a utilizar ciertas expresiones sin percatarnos realmente de su significado literal. Para reflejar el hecho de que utilizamos metáforas todos y para todo haremos un sondeo en revistas dedicadas a la prensa rosa. ¿Por qué prensa rosa? Porque así daremos cuenta de cómo jugar con el lenguaje no tiene edad, todos lo hacemos y todos lo entendemos.

En general, los periodistas buscan de forma consciente expresiones metafóricas con el fin de atraer al lector. En el caso de la prensa rosa, dirigida por lo general a mujeres de edad avanzada, los escritores saben muy bien qué tipo de lenguaje utilizar para atraer a esta parte del público lector.

En la revista Diez minutos, el número publicado el 7 de octubre de este mismo año, podemos leer: "¡Es momento de cambiar! ¡ No hay tiempo que perder!", referido a una noticia sobre Shakira y su labor humanitaria. Utiliza la metáfora conceptual de <<EL TIEMPO ES UNA COSA VALIOSA>>. Según Lakoff y Johnson, en su libro  Metáforas de la vida cotidiana,  no existe una necesidad  para que debamos conceptualizar de esta manera el tiempo sino que "es algo ligado a nuestra cultura". Una cultura en la que aparte de tratar el tiempo como dinero, consideramos el tiempo como algo valioso y limitado. Todos estos conceptos metafóricos están relacionado y uno implica al otro. Como dicen Lakoff y Johnson, son "relaciones de subcategorización".

En esta misma revista leemos que "el tiempo juega a su favor", en cuanto a una noticia de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones. Utilizando esta metáfora hace referencia a su aspecto físico, una forma de decir que el tiempo les trata bien, que no envejecen caso no tiene nada que ver con el dinero ni con algo limitado.

La revista Lecturas, a 9 de diciembre de 2015, habla sobre las protagonistas de la serie Vis a vis retratándolas como actrices como la "copa de un pino", aludiendo a su gran calidad como intérpretes.

Basta leer una revista cualquiera para darse cuenta de cuántas posibilidades nos da el lenguaje para modelarlo; sigamos creando y jugando con las palabras.


Patricia García