viernes, 27 de noviembre de 2015

La imagen publicitaria


Las tendencias creativas en la publicidad de los últimos años han evolucionado; una vez establecida la estrategia llega el momento de plasmar el qué de la campaña en un cómo. Más bien, decir lo que todo el mundo ya ha dicho pero con ciertas actitudes de mercado como la rapidez, creatividad, brevedad, pero de una manera que nadie lo haya dicho. Esa idea se integra dentro de una estructura narrativa llamada formato. 
Los formatos publicitarios evolucionan dependiendo de la situación de las marcas en sus respectivos mercados. Así el éxito depende de cómo se integre la idea en un formato que la optimice y la haga captar mejor la atención sobre sus beneficios. Por ello, la imagen publicitaria que nos llega a nosotros, como espectadores engloba una estrategia de mercado que satisfaga las necesidades del receptor.  Se observa así, que los mensajes de estos últimos años se han posicionado en el plano emocional en contraposición a los viejos anuncios que jugaban con las inseguridades y fomentaban la conformidad. Desde un punto de vista creativo, la tendencia a la que determinados anuncios han recurrido se basa en la adulación. Por ejemplo: Burger King, aquí tu eres el king

Sin embargo, esta tendencia publicitaria ha clonado los mensajes y así los cuerpos de textos y eslóganes son casi idénticos en anuncios para un banco que para un coche que para un dentífrico.
Recordemos que la función de la publicidad  se consideraba meramente informativa, pero su misma informatividad la vuelve persuasiva y por tanto no ha tardado en incorporar elementos de diseño,  recrear falsas historias para convencer y lanzar atractivos eslóganes. Así, la publicidad se apropia de un lenguaje especialmente persuasivo junto a  una estética que en su conjunto no venden solo un producto sino que transmiten valores, principios y un determinado modo de ver el mundo. La utilización de elementos decorativos como la metáfora o la simbología de un simple eslogan hace que parezca más atractivo el producto y que finalmente caigamos en la tentación
Esta cadena tan famosa convertida en la segunda más grande del mundo de comida rápida de hamburguesas llamada Fast Food,  introduce como imagen de la marca el rey.  Repleto de simbolismo y connotaciones, es el principal vehículo de marketing, y hace que el consumidor se sienta superior por probar uno de sus productos estrella, la hamburguesa. 

Dicho esto, observamos que la imagen que el producto nos ofrece es el primer elemento que visualizamos y retenemos para una posterior consumición. 



Patricia Tórtola



miércoles, 25 de noviembre de 2015

Power in your hands


En ocasiones, observamos la importancia que se le atribuye a un determinado producto, catalogado por ser uno de los más óptimos en cuanto a la calidad.  El poder de esta marca de material escolar y didáctico es feroz, puesto que, los spot publicitarios que la marca ha diseñado son originales y cargados de fuerza expresiva. 
El eslogan Power in your hands, acompaña a dicho spot, este nos simboliza que  no solo las palabras que escribimos adquieren importancia sino el soporte donde las consolidemos, también es muy significativo. 



En este sentido, la creatividad publicitaria que engloba el producto, hace que este se coloque en el mercado de forma abrupta. El escenario publicitario también es importante destacarlo, puesto que, si el receptor y público al que va orientado no percibe aquello que la marca desea transmitir no se consigue el objetivo marcado. Recordemos que tiempo atrás, los productos eran solo productos; no existía una conversación con el consumidor, por lo que, la estrategia de comunicación comercial que se llevaba a cabo era un monólogo de argumentos racionales. 
Basándonos en la idea de que el consumidor solo puede recordar una sola cosa del anuncio, Roser Reeves creó un procedimiento estratégico para determinar qué es lo que debe comunicar un mensaje: primero todo anuncio debe hacer una proposición concreta al consumidor; hay que dejarle claro que al comprar este producto se obtiene esta ventaja. Segundo, la proposición debe ser algo único y que no pueda ofrecer la competencia. Tercero, la proposición deber tener la fuerza suficiente para influir sobre millones de personas y captarlos como nuevos consumidores del producto. 

Asimismo, se observa que una de las formas más frecuentes en la alternancia de lenguas corresponde a los anuncios donde la segunda lengua forma parte de uno de los elementos informativos esenciales del producto. De modo que,  se interpreta que nuestro spot además de haber sabido elegir un buen eslogan que incentiva y que va directo al consumidor, sobre todo a las generaciones estudiantiles, quienes no dudarán en  comprar el producto, constituye una frase vinculada a esta marca, que en este caso cierra el anuncio. 



Patricia Tórtola


Sintaxis en el mensaje publicitario

Nunca abrimos la puerta cuando sabemos que quien está detrás es el cartero comercial. Rechistamos y maldecimos diciendo qué pesados son; pero su deseo incansable de ofrecernos lo último siempre se acaba agradeciendo. Todos cogemos esa propaganda de proporciones extrañas, que tenemos en el buzón y la ojeamos para encontrar ofertas, o  aquello que buscábamos hace un tiempo. Aquí encontramos a Ikea; este adquiere poder por los bajos precios de sus productos, despierta en sus consumidores un deseo irrefrenable de comprar. 



Si atendemos al siguiente spot titulado Ikea abre la puerta a la inspiración, observamos que lo sintáctico también forma parte de la construcción publicitaria. El sentido que envuelve el eslogan está más allá de las palabras, pues este lo que hace es buscar las palabras adecuadas y acomodarlas de acuerdo a su intención comunicativa. Metafóricamente, debemos tener en cuenta que, la carga semántica depositada en éste es óptima y resume en sus palabras lo que pretende decir el producto y persuadir así, captando la atención en el receptor. La publicidad no se define en rasgos lingüísticos sino por la finalidad perlocutiva de sus mensajes lo cual por una parte obliga a salir del marco de una sintaxis tradicional más sujeta a lo formal y situada en el marco de lo oracional y a considerar aspectos gramáticos que remiten al  acto de habla que supone el mensaje publicitario. Por lo que, se ha visto de forma clara que la lengua en este tipo de ámbito se aprovecha de la lengua común para crear composiciones sintácticas con gran contenido metafórico.


Patricia Tórtola



Jabón Moussell



Este anuncio ha evolucionado con el paso de los años, ya que ha sobrevivido a muchas generaciones siendo catalogado como uno de los mejor jabones más elogiado entre las amas de casa. Observamos que metafóricamente, tenemos de nuevo el primer elemento, el jabón como marca alegórica, y en segundo lugar la familia como marca del producto. Nos transmite confort el uso de esa determinada marca de jabón. 

Prestemos atención al siguiente spot publicitario:   La familia Moussell crece

Como observamos, es un spot transmitido a través de los medios de comunicación desde generaciones pasadas, por lo que la publicidad también es un ámbito que se va modernizando con el paso de los años. Es importante destacar la función del destinatario, es decir, del receptor, puesto que, se trata de seducir al comprador. Este por su parte, valorará el mensaje y decidirá el acto derivado de la comunicación persuasiva dirigida a conseguir, o a desear conseguir el objeto anunciado. 

Por ello, destacar la aparición de fórmulas nominales en el eslogan, muy habituales en este ámbito. No obstante, pese a que es el procedimiento habitual  posee  menor fuerza estilística y aún pragmática, por lo que, suele definirse por su concisión y brevedad. De este modo, observamos que nos proporciona por un lado el titular o eslogan La familia Moussell crece y por otro lado, el cuerpo del anuncio, es decir, el producto descrito en sí.

Todo en su conjunto, nos persuade, para que compremos el producto y nos sintamos contentos con nosotros mismos. Por ello, la aparición de una familia sonriente y aparentemente feliz nos indica, como ya hemos citado anteriormente, el bienestar que nos transmite utilizar este producto. 



Patricia Tórtola



La metáfora publicitaria




La metáfora publicitaria no es solo un ornamento estético sino un recurso  conceptual con valor heurístico, que permite concebir un concepto en términos de otro. Su empleo en la publicidad se reviste de unas características específicas. Normalmente se emplea para caracterizar el producto o servicio anunciado que es, el primer término literal de la metáfora con una serie de rasgos más o menos relacionados con el mismo. 

Este tipo de metáforas, fusionan normalmente,  dos imágenes, aparentemente incompatibles, o conceptos en un esfuerzo por crear un simbolismo. Estas, se emplean como manifestación del impacto de la publicidad en los actos de habla cotidianos, por tanto, recurrimos a ellas con frecuencia en el ámbito publicitario como una forma de aumentar el valor percibido de un producto o hacer que parezca más personal. También pueden ayudar a crear una imagen de una marca en particular. Una metáfora de la publicidad a menudo combina una frase verbal con una imagen visual para dramatizar el efecto. El objetivo, por tanto,  de este pequeño análisis divulgativo,  es mostrar cómo esta se convierte en un recurso cognitivo que permite a los individuos interiorizar y sistematizar las representaciones sociales impuestas por la publicidad. 

Bien, hallamos numerosas metáforas comerciales, sin embargo, hemos seleccionado la siguiente:  “Le classique de Jean Paul Gaultier”. Nos muestra, una fotografía del producto cuyo frasco presenta la forma icónica del cuerpo de una mujer. Como primer elemento de la metáfora se nos presenta el perfume femenino Le Classique de Jean Paul Gaultier, y en términos de segundo elemento el usuario del producto.


martes, 24 de noviembre de 2015

Entre la sátira y la parodia...



Hablar de humor es hablar de lengua pervertida. Por ello trataremos, en una serie de posts, de ciertos géneros discursivos en los que el humor tiene una especial relevancia.
El primer género que trataremos, será la parodia o sátira, no sin antes ofrecer un breve resumen de lo que es la parodia y su diferencia principal con la sátira. Para ello seguiremos a Hutcheon. Tanto la sátira como la parodia se distancian del objeto que quieren representar para poder realizar la crítica. Este distanciamiento se consigue cambiando el objeto de la crítica de contexto discursivo y ahí es donde se reproduce la forma, modificada, de dicho objeto.
Por otra parte, la principal diferencia que encontraremos consistirá en el realce de los defectos de lo satirizado a través de la burla, muchas veces hiriente y ridiculizante que se da en la sátira, frente a un grado más elevado de sofisticación de la parodia (de hecho, puede haber parodia sin burla). Destaca Hutcheon también la intención de denuncia de la sátira, ve en ella la pretensión de poner de relieve los defectos del objeto mediante la burla. Esta burla, conllevará cierta pretensión moral, algo que no será tan obvio en la parodia. Por lo tanto, si bien una y otra son muy similares en sus mecanismos formales (y podríamos considerar la sátira como una parodia exagerada negativamente), hemos de tener en cuenta que se diferenciarán por esa carga de valor moral buscado intencionadamente en la sátira.
Rossen-Knill y Henry, considerarán sátira y parodia como actos de habla y establecerán ciertos rasgos básicos para identificarlas. Será importante la representación verbal intencional del objeto de la parodia, así como la intención del hablante de traer a la mente del oyente el recuerdo del objeto parodiado, para producir la risa al sacarlo de su contexto natural o real. De lo anterior se desprenderá el acto crítico, al reproducir burlescamente un discurso en un contexto que no es el suyo, el oyente percibirá esa ridiculización, generando todo un acto cómico.
A continuación, analizaremos el siguiente vídeo en el que Joaquín Reyes parodia o satiriza (lo sabremos al final) al piloto Valentino Rossi.
Empecemos pues, el análisis:
El sátiro: Joaquín Reyes, el productor del discurso.
El destinatario: todo aquel oyente de la sátira.
El satirizado: Valentino Rossi.
Contextualicemos al personaje satirizado y su acción. Valentino Rossi, piloto de motos, dio una patada a otro durante la carrera, tirándolo al suelo. Este acto generó debate, pues él niega haberlo hecho o, al menos, intencionadamente. En el campo del deporte, está considerada bien vista la competitividad sana, sin dañar al contrario y valiéndose de recursos propios y lícitos en cuanto a la normativa de la competición. Esto es lo socialmente aceptado. Pues bien, es de este contexto desde donde Joaquín Reyes extrae a Rossi para satirizarlo y censurar su comportamiento. Veamos cómo lo hace.
En un primer momento, parecerá que estamos en una entrevista y Joaquín Reyes marcará que está imitando a Rossi mediante el uso de una voz algo más nasal que la suya. También al comienzo, inserta algunas palabras italianas o más bien, emplea palabras del castellano con terminaciones que reconocemos como italianas, así como la entonación típica. Estamos asistiendo poco a poco a un acercamiento formal. Recoge su voz, su discurso, pero rompe todos los esquemas esperados al decir algo que no es aceptado socialmente.
Desde la voz de Rossi dice que se enorgullece de haberle dado la patada, que lo volvería a hacer y que le tendría que haber dado más fuerte. Se jacta de su actitud. Joaquín Reyes está exagerando la actitud prepotente de Rossi, está violentándola y alejándola del contexto de deportividad en el que tendría que darse realmente. Es ahí, donde reconocemos la crítica y la burla, la ridiculización de una actitud que es censurable desde nuestra perspectiva. Como oyentes, percibimos esa ridiculización y observamos que, tras ella, lo que se esconde es realmente una crítica a la acción de Rossi y más aún, ante su posterior respuesta a los medios.
¿Sátira o parodia? Un buen lector se habrá percatado de que nos hemos decantado por la opción de calificar este discurso como una sátira. La principal razón es que observamos cierta intención de realizar un juicio moral, de censurar esa acción o respuesta y, mostrando todos los defectos, exagerándolos y extremándolos, se pretende denunciar este comportamiento.



Cristian Buenosvinos

¿Qué es metáfora? Metáfora eres...



El concepto de metáfora viene del griego y significa "traslación". Algo así como la mudanza de significado de las palabras. El DRAE nos da la siguiente definición acerca de este concepto: "1. f.Ret Tropo que consiste en trasladar el sentido recto de las voces a otro figurado, en virtud de una comparación tácita; p. ej., Las perlas del rocío. La primavera de la vida. Refrenar las pasiones".  Esta definición nos indica que  la metáfora pertenece al ámbito de la retórica, pero ¿hemos reparado en cómo  utilizamos nuestro lenguaje cotidiano?, ¿utilizamos la metáfora conforme nos la describe el DRAE? Pues bien, no. 
La metáfora no se trata de algo que pertenezca solo a lo literario, a las palabras, sino que tiene que ver con algo más interiorizado, con nuestros pensamientos, con nuestra forma de concebir el mundo. 
Centrándonos en la metáfora en la vida cotidiana, Lakoff y Johnson argumentan lo siguiente: " Nosotros hemos llegado a la conclusión de que la metáfora, por el contrario, impregna la vida cotidiana, no solamente el lenguaje, sino también el pensamiento y la acción".



Disponemos de ciertos esquemas mentales que toman formas metafóricas, y hacemos uso de ellos a la hora de pensar y comunicarnos. No es que nos basemos en las metáforas para estructurar nuestros pensamientos, sino que son las metáforas mismas las que estructuran la manera en que percibimos el mundo, pensamos o actuamos.

Lakoff y Johnson,en su libro Metáforas de la vida cotidiana, afirman que sobre la base de la evidencia lingüística ante todo, hemos descubierto que la mayor parte de nuestro sistema conceptual ordinario es de naturaleza metafórica". Esto reafirma la cuestión de que la metáfora no es sólo parte de la retórica, sino mucho más.  Es algo que no podemos ver ni tocar pero que existe, y que cada uno utiliza en su vida diaria de forma inconsciente.  

Se diferencia dos tipos de metáforas: conceptuales (esquemas abstractos) y de imagen (metáforas concretas, basada en una imagen visual). Un ejemplo de metáfora conceptual es la noción de discusión como una guerra. Hay variedad de expresiones : Destruí su argumento, atacó todos  los puntos débiles de mi argumento, ¡dispara! (argumenta). Se vislumbra la forma en que concebimos una discusión, no de manera pacífica, por lo que acudimos al léxico bélico para dotar de mayor connotación nuestros argumentos. No lo hacemos pensando que retóricamente es correcto, sino que simplemente asociamos el concepto de guerra (alguien gana, alguien pierde) con el de discusión (no concebimos una discusión como algo que ha de finalizar equilibradamente). 



Patricia García