martes, 15 de diciembre de 2015

Aplicando la teoría de la incongruencia



En la siguiente entrada analizaremos algunas frases hechas de nuestra lengua y veremos cómo han sido usadas para intentar crear la risa. Haremos algo que no debe hacerse nunca con un chiste, pues pierde su capacidad de choque en tanto en cuanto que rompe unas expectativas dadas, pero lo consideramos necesario para exponer, mediante algunos ejemplos sencillos y visuales, la teoría de la incongruencia. En efecto, vamos a explicar por qué causan gracia las siguientes viñetas desde la teoría de la incongruencia.

 Darle vueltas a algo en español significa pensar algo constantemente, una y otra vez. Que la actitud de una peonza sea recriminada por hacer aquello para lo que está diseñada es algo que produce cierto extrañamiento o cierta situación incongruente. La frase hecha, se está tomando en sentido literal, pero cualquier hablante de español entenderá la frase en su sentido metafórico y sus expectativas sobre el mundo, en las que darle vueltas a algo significa pensar mucho en algo, caerán al cambiar el contexto de esa frase y aplicarla a un mundo en el que un yoyó o una peonza tienen voces propias y utilizan el lenguaje con el valor que le damos habitualmente, pero nosotros sabemos que es aplicable ese doble sentido que podemos encontrar a darle vueltas algo.



Ser cuatro gatos en español quiere decir ser un grupo muy reducido de personas, un número muy inferior a la cantidad habitual de asistentes. Una vez más, se deshace el valor metáforico de la expresión y se obliga a que funcione con su valor literal al ser utilizada por emisores que, en este caso son gatos. En nuestra realidad es incongruente que un gato hable y, mucho más, que se indigne por el uso de esa expresión metafórica ya que, como cuatro gatos que son literalmente, se encuentran muy cómodos en la situación. Se critica también de algún modo el valor o la carga negativa que suele llevar esta expresión, utilizada normalmente como lamento o queja por el bajo número de asistentes.


Por último, recogemos esa frase del saber popular que nos dice que el tiempo todo lo cura. En español la aplicamos normalmente en situaciones en los que una persona ha sido dañada emocional o sentimentalmente, se suele utilizar como consejo y apoyo para expresar la idea de que, con el paso del tiempo, el daño se sanará y el dolor emocional se irá aliviando y siendo olvidado poco a poco. Una vez más, se rompen las expectativas, se personifica el tiempo, que se lamenta de la gran responsabilidad que posee al ser el responsable de curar los corazones heridos. Así pues, se crea un mundo paralelo al que se aplica el lenguaje y la lógica del nuestro y eso crea una situación incongruente, que no se corresponde con el valor al que estamos acostumbrados y es, en ese momento, en el que se produce la risa.


Cristian Buenosvinos

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